README.19: las ofertas de empleo tech parecen cartas a los Reyes Magos
Escritas por alguien con exceso de café y cero presupuesto
¿Las empresas piden demasiados requisitos para salarios mediocres en tecnología? Spoiler: sí.
Y no es una percepción, es un patrón.
Uno que se repite oferta tras oferta como si fuera normal pedirte que seas medio ingeniero de la NASA, medio gurú del cloud y medio monje zen… por un sueldo que apenas compite con trabajos no cualificados bien pagados.
Las ofertas de empleo tech parecen cartas a los Reyes Magos escritas por alguien con exceso de café y cero presupuesto. Cinco lenguajes, tres frameworks, experiencia en metodologías ágiles, disponibilidad total, inglés perfecto, liderazgo, visión estratégica y, si puedes, sonrisa eterna. Todo eso para luego rematar con un “salario según valía”. Traducción: poco, pero con ilusión.
Aquí está el desajuste brutal: las empresas quieren perfiles senior, pero pagan como si contrataran juniors agradecidos. Quieren compromiso, pero ofrecen precariedad maquillada. Quieren estabilidad, pero contratos temporales. Quieren que te pongas la camiseta, pero no pagan ni el detergente.
Y ojo, no es que falte talento. Falta respeto al mercado. El profesional técnico hoy tiene opciones. Remotas, internacionales, freelance. El problema es que muchas empresas siguen negociando como en 2008, cuando el miedo mandaba y el currículum se suplicaba.
La narrativa empresarial es clara: “no encontramos perfiles”. La realidad también: no encuentran perfiles dispuestos a aceptar condiciones mediocres. No es una guerra por talento, es una guerra por pagar menos de lo que toca.
Lo más peligroso es que se ha normalizado. El informático que duda de sí mismo. El desarrollador que piensa que nunca sabe suficiente. El sysadmin que cree que pedir más es ser desagradecido. Y mientras, las empresas felices porque siempre hay alguien que acepta.
La solución empieza por decir basta. Por hablar de dinero sin vergüenza. Por entender que especialización + experiencia = compensación justa. Si no, esto no va de empleabilidad. Va de explotación con teclado.
Y no, no es falta de vocación. Es exceso de cara dura.
El mercado cambiará cuando dejemos de aplaudir ofertas malas y empecemos a rechazarlas juntos.


